"El barquero de almas"- Claire McFall

 




"Ella era un alma que valía la pena proteger. Un alma que merecía que le importara. Un alma a la que quería entregarle un trocito de sí mismo."



 "El barquero de almas" es la primera entrega de una trilogía y, sin duda alguna, una de las mejores lecturas que he tenido la oportunidad de disfrutar.


 En esta ocasión, conocemos a Dylan, quien ha escapado ilesa de un terrible accidente ferroviario. O al menos eso piensa mientras camina entre los escombros, intentando alcanzar la salida del tétrico túnel en el que se encuentra. 


 Pero al escapar del claustrofóbico escenario descubre que no se encuentra en las afueras de Escocia, sino en "El Páramo", una suerte de limbo personal que debe atravesar si desea obtener la vida eterna. Y un extraño, con ojos azul cobalto, está esperándola. Es Tristan, su barquero, guía espiritual, protector en la odisea que se avecina.


 La conexión entre ambos sucede en un chispazo. Estalla de forma inevitable e innegable, pero las imposibilidades del plano espiritual en el que se encuentran los coloca en una encrucijada desesperante. ¿Puede el amor superar los límites de la muerte?  Y lo que parece acuciar aún más: ¿vale la pena arriesgarse al olvido eterno por amor?




"En su mente había una batalla entre lo posible, lo correcto y lo que él quería. Esas tres cosas no podían coexistir."



 Me encuentro completa e irrevocablemente enamorada de esta novela. Resulta muy difícil expresar en pocas palabras mi adoración por la historia de Dylan y Tristan, que es el relato de un amor imposible e inalcanzable, pero también profundamente esperanzador. Es una lectura sorprendente e impredecible hasta la última página, lo cual no me esperaba, porque al principio pensaba que iba a ser un completo cliché juvenil bajo el título de "romance sobrenatural". Estaba muy equivocada y espero que mi reseña compense ese error.


 A fin de ordenar mi opinión de forma amena, he decido agrupar todos los elementos que me gustaron en dos grandes grupos: aquellos que hacen a la "estructura técnica" del relato y los que personalmente disfruté.


 En el primer grupo se encuentran los aspectos que conforman la arquitectura de la novela, es decir, los recursos que la autora utilizó para conformar su narración y que me parecen sumamente admirables.  Como no quiero resultar tediosa en extremo los he reducido a tres grandes puntos:



~ Construcción realista de los protagonistas ~

 Por un lado, tenemos a Dylan, quien es sorprendentemente madura y decidida, y no depende de otros personajes para reaccionar o tomar decisiones. Esto es algo verdaderamente innovador  en una historia de romance, ya que en las novelas de este género con frecuencia se retrata a las mujeres como dependientes del empuje del protagonista masculino. No es el caso de "El barquero de Almas", aún cuando Dylan es un tanto tímida e introvertida, ya que su carácter de naturaleza fuerte se deja traslucir desde el primer momento. 

 Por otro, tenemos a Tristan, que al principio parece ser un personaje frío y distante dado que su "profesión" consiste en transportar almas al más allá. Pero la autora nos brinda de forma breve -aunque impresionante- un acceso a sus recuerdos y la explicación a su gélida personalidad. De forma que logra humanizar de forma muy delicada a Tristan e incluso nos lleva a empatizar con él, revelando poco a poco la dulzura que se oculta en su interior.



~ Triple perspectiva de los hechos ~

 Este elemento es fascinante y se encuentra increíblemente bien articulado en la prosa de la autora. Como si de un caleidoscopio se tratase, las voces -en primera persona- de Dylan y Tristan se alternan en la narración, acompañadas a su vez por una voz en tercera persona o lo que conocemos como "narrador omnisciente". Esto da como resultado una experiencia de lectura fuera de lo común y en extremo dinámica, llena de giros e interpretaciones múltiples de parte de sus protagonistas y los lectores mismos.



~ Representación innovadora de las almas y su barquero~

 Toda la novela constituye en sí misma una reinvención del mito griego de Caronte, el barquero de Hades encargado de transportar las almas al Inframundo. En este universo en particular, la visión sombría y un tanto aterradora del mismo desaparece, ya que hablamos más bien de un guía espiritual que ayuda a las almas a comprender y superar la tragedia de su fallecimiento. Es, en pocas palabras, una perspectiva más optimista y cálida acerca de que aquello que nos ha atemorizado desde tiempos inmemoriales: la muerte. 

 Tampoco puedo dejar de mencionar la estética renovada que la autora otorga a las almas -en forma de sombras apagadas-  y la intrigante construcción de "el limbo". Este último resulta más que interesante, porque se explica claramente su funcionamiento y reglas, sin dejar nada librado al azar. Si no doy más detalles al respecto es porque no quiero que se pierda la sorpresa.




"A ella misma le costaba entender que lo correcto pudiera ser a la vez incorrecto."




  Continuemos ahora con aquellos elementos que en lo personal adoré, pertenecientes al ámbito de la subjetividad y no tanto a la construcción técnica de la historia.


 Un aspecto que disfruté enormemente fue el desarrollo sutil y delicado del romance entre Dylan y Tristan, porque parece ir floreciendo de forma transparente, honesta y profundamente emotiva. Parecen ser hechos el uno para el otro, aún con las diferencias que determinan sus respectivas personalidades. Su historia es muy bonita e inolvidable.


 El planteamiento del amor como superador de todos los obstáculos habidos y por haber, y como sentimiento capaz de impulsarnos a ser la mejor versión de nosotros mismos también constituye uno de mis elementos favoritos de esta novela. Es la representación del amor que todo lo puede y que cualquier persona merece experimentar al menos una vez en su vida.


 Por último, las pequeñas referencias a aspectos metafísicos - tales como el limbo, la envoltura física que protege nuestra energía vital y la existencia de un fluir universal eterno luego de la vida terrenal- así como el debate que puede generarse en torno a la muerte y sus alcances luego de finalizada la lectura, fueron elementos que a su vez me encantaron.




"Apoyó la cabeza en el hombro de él y se entregó al océano de seguridad y placer que la envolvió."




  Me gustaría concluir la reseña de hoy diciendo que amé infinitamente esta novela y hacía tiempo que una lectura no me absorbía con tanta avidez. No podía despegarme del libro ni aunque quisiera, e incluso tuve que obligarme a leerlo más despacio dado que su segunda entrega - "Los ladrones de cuerpos"- aún no ha sido publicada y no quería quedarme sin la historia de Dylan y Tristan tan pronto. 

 De hecho, ya los extraño y espero que la editorial no demore demasiado tiempo en brindarnos la continuación de esta entrañable pareja.  Hasta entonces, recomiendo esta lectura una y mil veces más. Prometo que va a ganarse un lugar especial en tu corazón.





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¡Muchas gracias por leerme! Hasta la próxima y ¡feliz finde!
















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